Los premios Nobel en Física, Albert Fert y Peter Grünberg durante su estancia en Ordizia en el año 2015. /
La Cofradía del Queso dedica hoy un sencillo homenaje a los dos premios Nobel y Cofrades de Honor Albert Fert y Peter Grünberg
El catedrático ordiziarra de Física de los materiales en la UPV, Julián González, se empeñó en celebrar un congreso internacional en su localidad de cuna, y aquel reto que exigía un trabajo extra en cuanto a logística se refiere; desplazamientos, alojamiento, etc, se convertía en realidad a primeros de junio (del 1 al 4) del 2011, días en los que la localidad acogió a algo más de 150 investigadores procedentes de los mejores laboratorios, institutos, y universidades del mundo, entre los que se encontraba el premio Nobel de Física (2007), Albert Fert.
Y si desde el punto de vista académico y científico el encuentro resultó un éxito, celebrar aquella experiencia en una pequeña localidad, algo totalmente inusual, pronto evidenció sus ventajas; la cercanía y proximidad con los ordiziarras, la implicación de la coral Santa Ana, de la Rondalla, de la Cofradía del Queso, etc, dejó una huella imborrable en aquel gran grupo de profesores.
El propio Albert Fert reseñaba que «pasar de una sofisticada ciudad al pueblo de Ordizia fue una experiencia sorprendente e interesante. No olvido que entre una sesión científica de alto nivel sobre magnetorresistencia gigante y otra sobre efecto túnel en nanoestructuras magnéticas, hubo una visita a la feria, situada a la vuelta de la esquina. ¡Fue la primera vez que asistí a un congreso científico que incluía una visita al mercado».
Y ocurre que aquel encuentro dejó tan fenomenal poso y demostró que no solo era posible llevarlo a cabo en una pequeña localidad, que cuatro años después Ordizia acogió un segundo congreso, al que no solo volvió Albert Fert sino al que le acompañó su co-premio Nobel, el profesor Peter Grünberg. En aquel 2015, la Cofradía les nombró Cofrades de Honor.
En octubre del 2017, siendo rectora la ordiziarra Nekane Balluerka (2017-2021), la UPV le nombraba a Albert Fert, Doctor Honoris Causa y prácticamente tres años después conseguía que el premio Nobel pasara a incorporarse a la Universidad del País Vasco como Investigador Distinguido, en el Departamento de Física de Materiales de la Facultad de Química, responsabilidad que al día de la fecha no solo ejerce, sino que, apuntan en la casa, afronta con absoluta dedicación ya que acaba de publicar cuatro artículos científicos como coautor en revistas de alto impacto, en colaboración con otros investigadores de la UPV y tiene otros dos en camino. Labor de divulgación científica que le va a llevar a la UPV a mejorar su posicionamiento universitario en el prestigioso ránking de Shanghai. Valga reseñar que se trata de la única universidad, a nivel estatal, que cuenta, en su claustro, con un premio Nobel en Física.
Respecto a su decisión de aceptar la propuesta de la UPV Albert Fert que «son muchos los recuerdos que guardo de Ordizia que sirvieron para atraer aún más mi interés por el País Vasco y explican por qué elegí la UPV para pasar un tiempo en el puesto de profesor investigador».
Pues bien en el año de su investidura como Doctor Honoris Causa, la Cofradía del Queso le trasladó, siempre atenta, a su vez, a todas aquellas personas que se han distinguido por su apoyo a la localidad, le trasladó su deseo de reconocer esa aportación y brindarle un sencillo homenaje.
El día a día y luego la pandemia hicieron que la propuesta quedara aplazada ‘sine die’, emplazamiento que, definitivamente, hoy llega a buen puerto en un sencillo acto que, presidido por el alcade de la localidad y a su vez Cofrade Mayor, Adur Ezenarro echará a andar a las 9.30 en el salón de plenos donde el físico de Carcassonne pasará a ser Cofrade de mérito, homenaje que a su vez y a título póstumo recaerá en el profesor Peter Grünberg, fallecido en abril del 2018. Del salón de plenos, la comitiva se trasladará a la quesería Ondarre de Segura para asistir a una demostración de la elaboración de un queso Idiazabal, acompañada de una cata comentada para regresar a Ordizia y compartir mesa y mantel en la sociedad Chapel Gorri.
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Cita para un homenaje aplazado